Semana Mundial de la Lactancia Materna
«El marketing le ha dicho a las mujeres que sus tetas son solo para darle placer a los varones”
(05/08/2020) En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, retomamos el espacio de embarazo, parto respetado y puerperio con nuestra especialista Lorena Ribot, quien afirmó: “Tenemos que hablar de la disrupción de algo que no debería haber sido nunca intervenido y que fue intervenido por una cultura por infinidad de personas, muchas de las cuáles tienen que ver con el patriarcado”.
“¿Cuánto hay de desinformación en un tema que no debería ser un tema donde mujeres, o personas con capacidad de gestar, porque es parte de una función que si queremos ejercerla, no deberíamos tener ningún tipo de problemas?” reflexionó.
Esta semana de la Lactancia es “una oportunidad de sacar dudas, de desterrar mitos, de dejar de decir mentiras e ir contra la hegemonía de las farmacéuticas y lo establecido que atentan inclusive en este momento contra lo que es la naturaleza humana, entre los cuales está la lactancia” indicó. Sectores de la medicina hegemónica y las farmacéuticas crearon mitos, relacionados por un lado, a la necesidad patronal de hacer cumplir tiempos laborales a las madres lactantes; y por otro, al marketing de los productos lácteos que comenzaron en los ’50. “Si no te dicen que “tu leche es agua” y no lo alimenta, cómo te van a vender los productos populares en nuestra economía consumista y occidental, porque son mercados enormes” comentó Ribot.
Además, remarcó que “madre y bebé no están separados” en términos energéticos: “Desde la mirada del afuera, cualquiera ve dos personas”, pero “están exactamente reunidos como cuando ese bebé o esa bebé estaba dentro de la panza de la mamá”. Mucha de esa información puede buscarse en el encuentro con otres xadres, pero también en cada persona “porque los saberes adentro están, no podemos reconocerlos pero están”.
“Lo he visto al marketing decirle a las mujeres que sus tetas son nada más que para darle placer a los varones. Y para amamantar a les niñes no, porque habían cosas mejores. Si vos querías ser una mamá de clase media súper canchera, tenías que comprar la mamadera. Y si eras de clase baja, no te queda otra que amamantar. Tenía que ver también con las clases”