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#DeudaSostenible: “Este acuerdo da grados de libertad para desarrollar políticas públicas”
El economista del Centro de Economía Política Argentina, Juan Pablo Costa, explicó los detalles del acuerdo de reestructuración de la deuda que logró Argentina. “Es un primer paso importante y muy auspicioso porque logra cerrar una de las negociaciones más difíciles y en un contexto adverso” explicó
Una gran parte de los acreedores privados y externos, no institucionales (como el FMI o el Banco Mundial), aceptaron “una quita cercana al 45%”, con una reducción “muy fuerte de la tasa de interés” y un estiramiento del cronograma de pagos, que convierte “una deuda de corto plazo en una de mediano plazo”. Los vencimientos que estaban previstos entre 2021 y 2023 se aplazan mediante bonos y “los intereses van a aumentar paulatinamente, por lo tanto lo que se va a pagar en los primeros bonos va a ser relativamente poco, en términos macroeconómicos”.
“Toda esta deuda que estamos negociando, no toda, pero es su gran mayoría, fue tomada en 2017 y 2018. El problema de la Argentina no es solo que se endeudó de manera acelerada sino que además a una tasa de interés muy alta, al 7, 8% en dólares, y en muy pocos plazos. Eso hacía que todos los vencimientos de deudas sean estos años: 63.000 millones de los 68.0000 vencían entre 2021 y 2023”
El objetivo político de la negociación fue “despejar el problema de la deuda para poder abocarse a la reactivación productiva y económica”. El año pasado cerca del 21% del presupuesto nacional iba al pago de la deuda “y eso hoy se libera justamente para poder utilizarse en recuperación económica”, como por ejemplo, el relanzamiento del Procrear, o el establecimiento del IFE.
Luego de mucho esfuerzo, y tras varios meses de negociación, Argentina logró un acuerdo con los bonistas bajo ley extranjera.
La deuda reestructurada asciende a aproximadamente US$ 68.800 millones de stock de capital.
Abrimos hilo con 9 claves para comprender qué sucedió ? pic.twitter.com/9bOaTcyPGx
— Centro CEPA (@ctroCEPA) August 4, 2020
La caída mundial de la economía fue el ingrediente extra en esta negociación: “cuando hay estos eventos pocos comunes en la economía como la pandemia, los fondos de inversión empiezan a buscar cobertura, y en el mundo financiero proteger inversiones significa sacar inversiones de los países emergentes y ponerlos en países donde no hay riesgos”. Al aceptar la mayoría de los bonistas, y gracias a las cláusulas anti-buitre, incluso quienes no estén conformes entran en este acuerdo.
Por último, Costa remarcó que en la negociación, el gobierno evitó condicionamientos a la política económica interna. “Lo que los acreedores pedían, es que el gobierno diga de dónde va a sacar el dinero, qué reformas va a hacer para poder pagar”, es decir, “las típicas condicionalidades a la política pública”.
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Codo a Codo Juan Pablo Costa CEPA 5082020 Descargar