Arte callejero
«Lo que importa no es el arte como algo bello, sino la posibilidad de recuperar la palabra»
(18/6/2016) Señal de Base conversó con Guillermo Chempes, dibujante, muralista y editor de la revista de arte BOBA, y Pablo Usero militante de Arte al Ataque del FPDS sobre cómo el arte y la comunicación se juntan para hacer de las paredes los periódicos del pueblo. El muralismo tiene una gran trayectoria dentro del arte, pero desde hace unas pocas décadas el arte callejero y, previamente, los grafitis se han convertido en una forma muy específica de volcar sobre el espacio público las demandas y los mensajes surgidos de los colectivos populares.
“Para nosotros, el arte es un símbolo de resistencia. Es hacernos presentes como sujetos políticos en un espacio que cada vez está más mediatizado y privatizado. Es la posibilidad de hablar los que no tenemos voz ni posibilidad de imprimir periódicos de tiradas enormes”, dijo Pablo de Arte al Ataque.
La Plata se ha caracterizado por hacer carne las paredes y mostrar que en la ciudad pasan cosas que movilizan. El arte interviniendo el espacio público es una forma de provocar, de comunicar lo que otros no quieren:
“Los colectivos de arte tienen algo en común: que los lenguajes últimamente tienen una gran capacidad de condensación. Una imagen puede llegar a condensar muchos significados que separados no funcionarían igual. Los grupos han crecido mucho por esta voluntad unificada de buscar cómo expresar las luchas”.
En ese contexto, se sabe que la relación entre el Estado y los vecinos es de constante tensión: “Está muy instalado ese concepto de ‘La Plata ciudad limpia’ y que nosotros estamos yendo en contra de una buena ciudad y del progreso. Esa es una idea muy difícil de derribar”, dijo Usero.
Desde la desaparición de Julio López, pasando por la tragedia del 2 de abril, hasta los reclamos de los centros culturales por habilitaciones que no llegan, las paredes han sido sinónimo de huellas. Para Pablo Fusero el arte callejero es otra forma de acercar lo que hay en marchas y agregó: «Para nosotros es fundamental dejar una marca para problematizar. Una vez que la marcha pasó lo que queda es el esténcil, la pintada”.
Chempes señaló que la problemática pasa también por cómo se entiende el arte: «Lo denominado bello se puede transformar en un pasaporte de ciudadanía. Si no tenés ese pasaporte quedás afuera de la ciudad, por no tener la ropa o las zapatillas bellas. Entonces, lo que importa no es el arte como algo bello, sino la posibilidad de recuperar la palabra”.
«Hay una fuerza de lucha en la ciudad muy rica que nos lleva a los desbordes, a sentir que no podemos estar en todo. Lo difícil es priorizar. La desaparición de López es una marca muy fuerte y después de 10 años nos preguntamos qué hacer, cómo le damos algo para que López vuelva a estar en las calles y que no pase a ser parte del paisaje y quede olvidado. Nosotros hacemos comunicación. Prima el mensaje y no el acabado estético. Que sea contundente y golpee y genere controversia. Lo importante es poder comunicar las luchas”, concluyó Usero.
Escuchá la entrevista completa:
Señal de Base, sábado de 12 a 14hs.